Cuando llega la época de verano es posible que se te plantee una duda, ¿qué hacemos con la leña? Igual te ha sobrado leña de la época anterior o has empezado a hacer acopio para cuando llegue el frío pero, hasta que eso suceda es necesario almacenar la leña. ¿Sabes cómo hacerlo correctamente?
Cómo almacenar la leña
Más allá de lo que muchos piensan, almacenar la leña correctamente no equivale a dejar los troncos uno encima de otro en una esquina del trastero o sobre un portaleñas sin más. Piensa que la leña es el combustible que hará que tu estufa funcione correctamente y aporte ese calor que hace que la casa sea tan confortable en invierno.
Para que esto suceda, la leña tiene que presentar menos de un 21% de humedad y tener entre 1,5 y 2 años de secado. Con estas dos condiciones se conseguirá que ésta prenda correctamente y genere más calor. Una vez claro esto, ¿cómo se tiene que almacenar la leña? Te contamos algunos consejos:
- El primero de ellos es buscar un lugar seco. Es primordial escoger un lugar en el que la leña no se humedezca y se seque correctamente. Además, asegúrate que en caso de lluvia la leña no se moje.
- Apila la leña respetando el paso de aire. La leña tiene que estar almacenada de manera que siempre esté aireada y con circulación de aire. Es importante recalcar que la ventilación provenga de todos los lados para asegurar su correcto secado. Busca un sistema que permita la circulación de aire por bajo de la leña.
- Cuidado al tapar la leña. Es posible que pienses que hay que tapar la leña almacenada pero si la cubrimos totalmente estaremos impidiendo que se ventile correctamente. Basta con ponerla en un lugar resguardado para evitar que se moje cuando llueva.
- Recuerda apilar la leña en lugares nivelados, ya que más seguro.
Cómo crear tu propio almacenaje de leña
En el mercado existen una gran cantidad de opciones para almacenar la leña de la forma correcta como hemos mencionado antes pero si eres hábil, puedes crear tu propio sistema de almacenaje que cumpla con todos los requisitos que se hemos comentado y que, además, se adapta a tus gustos o necesidades de diseño.
Emplea materiales que sean resistentes para soportar todo el peso. Asegúrate de comprobar que tu sistema de almacenaje esté elevado aunque sea unos centímetros y que permite la circulación de aire por todos los lados. Y por supuesto, construye un sistema sólido que permite apilar la leña de manera correcta. Todo esto podrías conseguirlo con tan solo unas baldas de madera y unos listones. Si quieres ver cómo puedes hacerlo, no te pierdas el siguiente vídeo.