Con atún, con pollo, con fiambre o verduras, con anchoas ¡e incluso con piña! Si hay una comida que queda deliciosa sean cuales sean los ingredientes, esa es sin duda la pizza. Por eso, ¿por qué no sacarle provecho a nuestra estufa con horno y aprender a preparar una buena pizza casera con los ingredientes que más nos apetezcan y con el toque inconfundible del fuego a leña?
Las estufas con horno Carbel son ideales para llevar a cabo diversas recetas por varios motivos:
- Los hornos de este tipo de estufas son de en acero inoxidable con base de refractario y termómetro para poder controlar mejor la temperatura.
- Son fáciles de limpiar al tener el horno interior desmontable.
- Podrás controlar mejor la potencia del fuego mediante el ajuste de sus entradas de aire primario y secundario.
- Gracias a su sistema de combustión, se alcanzan elevados niveles de rendimiento energético, permitiendo cocinar utilizando poca leña.
Ahora que ya has visto algunas ventajas de las estufas con hornos, te dejamos con la mejor receta de pizza en estufa con horno. Pruébala y ¡disfruta!
Cómo cocinar pizza casera en tu estufa con horno
El primer paso para preparar tu pizza casera es decidir la mezcla que le vas a poner: verduras, carne, queso… ¡lo que quieras! Si deseas elaborar tú mismo la masa en vez de comprarla ya hecha necesitarás estos ingredientes:
- 400 gramos de harina de trigo
- 200 ml de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 15 gramos de levadura fresca
- Una pizca de sal
- Harina
También necesitarás:
- Tomate
- Queso rallado
- Orégano
Una vez tengas todos los ingredientes listos, ¡es hora de cocinar!
- Para elaborar la masa, mezcla bien el aceite con el agua y la levadura en un bol. Después añade la harina y la sal y vuelve a mezclar hasta obtener una masa.
- Extiende un poco de harina sobre la mesa de tu cocina y pon la masa encima; amásala con las manos durante unos cinco minutos como si fueras un auténtico chef napolitano. Si ves que se pega a la mesa, extiende más harina.
- Convierte la masa en una bola y déjala reposar durante una hora.
- Ahora ya puedes coger un rodillo y estirarla hasta que tenga forma circular y el grosor que deseas. Si ves que hay demasiada, puedes guardar la masa sobrante en la nevera.
- Pinta la superficie de la masa con tomate añade la mezcla que has elegido para tu pizza
- Cúbrela con queso rallado y añade orégano.
- Calienta el horno de tu estufa a alta temperatura mete dentro la pizza hasta que la masa se tueste. No la muevas: así conseguirás una cocción uniforme.
Ha llegado el momento: saca la pizza, déjala reposar ¡y que empiece el festín! Verás cómo te entran ganas de probar otras recetas para estufas con horno.