Todos tenemos una chimenea o estufa para cuando llega las épocas de frío poder calentar nuestro hogar. ¿Pero qué es lo que hace que dichos aparatos puedan calentar?
Para que eso suceda hay una reacción química que se produce entre el oxígeno, los combustibles, en este caso leña o gas, y una pequeña aportación de fuego al principio del proceso. Este proceso es conocido como combustión, y para que se mantenga siempre debe haber oxígeno y combustible, si una de las dos cosas falta el proceso finaliza.
La combustión de la chimenea sigue ese proceso, y dependiendo del modelo puede tener una o varias entradas de oxígeno que hace que el fuego se mantenga.
Doble combustión en una chimenea
Este método es más beneficioso tanto para el medio ambiente como para el ahorro en el hogar.
La combustión de la chimenea normal emite ciertos residuos que se expulsan por el tiro de la chimenea, que van a parar al aire y producen mayor contaminación, al igual que una gran pérdida de calor.
Pero si estos residuos formados por la primera combustión se aprovecharan como combustible, podría mejorarse el rendimiento. A esto se le conoce como doble combustión, y consiste en quemar los residuos generados por la primera combustión inyectando aire en ellos.
Esto se consigue con una segunda entrada de aire, para que así los residuos liberados en la primera combustión de la chimenea vuelvan a circular por la cámara y se terminen de quemar.
Esta doble combustión presenta diversas ventajas como la reducción de elementos contaminantes protegiendo así el medio ambiente, eso es porque el humo que se expulsa es menor al utilizar los residuos y no expulsarlos directamente después de la primera combustión, dando como resultado un aire más limpio. Mejora el rendimiento, ya que se utilizan los residuos como combustible, esto se puede entender también como un ahorro en el hogar porque por el mismo combustible se mantiene más tiempo la combustión.
Otra ventaja que podemos obtener es que gracias a la expulsión de menos residuos los elementos interiores de la chimenea, como son las paredes y los tubos, se mantienen más limpios, por lo que se reduce la limpieza y el mantenimiento de estos.
Las chimeneas de doble combustión es lo que buscamos si queremos eficiencia energética en nuestro hogar. Carbel te ayuda a elegir la chimenea que más te convenga, y si lo que quieres es renovar una ya existente puedes probar la chimenea insertable C-60 Plus, que gracias a sus dimensiones puede adaptarse perfectamente.
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