Las estufas de leña y las chimeneas son, sin duda, accesorios muy estéticos que sirven para dar un toque distinguido a cualquier estancia. Sin embargo muchas personas no saben que los sistemas de calefacción a leña también son una forma excelente de ahorrar, y este es un dato que merece la pena conocer y valorar, sobre todo si estás pensando en instalar uno de estos aparatos en tu vivienda. A continuación, te explicamos cómo la calefacción con leña te ayuda a reducir los gastos en energía. ¡Lee con atención!

Razones por las que se ahorra calentando la casa con leña

  • En primer lugar, el precio de la leña como combustible es uno de los más económicos que se pueden encontrar.  Siendo más barato que otros tipos de combustible o energía que necesites para hacer funcionar un sistema de calefacción (luz, gas…). Por supuesto ese ahorro es aún mayor si eres tú quien corta y prepara la leña para quemarla cuando haga frío.
  • En segundo lugar, la leña, si es de buena calidad y se quema bien, tiene un mejor poder calorífico. Esto quiere decir que utilizando leña de calidad y sobre todo muy seca, por lo que es posible obtener una temperatura confortable en casa sin tener que gastar grandes cantidades de leña. Además una leña de calidad te ayudará a tener el cristal más limpio y un conducto de humos con menos residuos
  • Por último, los materiales y los diseños  con los que están concebidos las estufas de leña y las chimeneas modernas, permiten retener el calor de forma muy eficaz, disminuyendo el consumo de leña y mejorando el rendimiento y eficiencia del combustible.

En definitiva, calentar la casa con leña puede ser una gran estrategia para ahorrar en calefacción, lo cual convierte las estufas de leña y las chimeneas en una inversión más que en un gasto.