La chimenea permite darle a nuestro hogar un ambiente especial. Mantener limpio el cristal de la chimenea es más una cuestión estética que una cuestión de buen funcionamiento, pero no hay nada como tener una buena imagen del fuego de tu chimenea.

Desde Carbel te queremos dar algunos consejos para que puedas limpiar el cristal de tu chimenea cómodamente para disfrutar plenamente de ella.

¿Cada cuánto hay que limpiar el cristal de la chimenea?

Dependiendo del uso que le demos a la chimenea, los materiales que utilicemos como el tipo de madera para nuestra chimenea influyen en la rapidez con el que se ensucia el cristal de la chimenea. Un buen sistema de ventilación, así como un buen mantenimiento de la chimenea en su conjunto también puede reducir la frecuencia con la que se ensucia el cristal, ya que la acumulación de humo en el interior de la chimenea será menor.

Como ya hemos mencionado antes, tener el cristal de la chimenea sucio no influye en su funcionamiento. La combustión no se ve afectada por cómo de sucio esté el cristal, pero es aconsejable tener el cristal limpio para poder ver la situación de la llama mientras está ardiendo para tenerla bajo control.

Cuando queramos limpiar el cristal debemos hacerlo siempre cuando el cristal esté frio, y nunca mientras la chimenea esté encendida. Existen productos específicos como limpiacristales para chimeneas que deshacen el hollín y la suciedad acumulada, además de ayudar a mantenerlo limpio más tiempo.

Pero se puede utilizar también quita grasas para hornos si el cristal no está muy sucio. Si estáis buscando un truco más rápido se puede utilizar la propia ceniza producida en la chimenea para frotar con un paño el cristal ya que la textura arenosa ayuda a quitar la suciedad.

Sin embargo, en Carbel nuestras chimeneas tienen un sistema de cristal limpio que permite mantener limpio el cristal durante más tiempo. 

Esperamos que está información te haya resultado útil y puedas sacarle el máximo partido a tu chimenea.